jueves, 24 de marzo de 2005

¿Quien es Quién en la Robótica Médica Latinoamericana?

23 de mayo, 2005
México es el país líder en América Latina en el desarrollo y aplicación de la robótica médica. Argentinos, colombianos, peruanos y venezolanos forman parte de esa historia. A continuación, una reseña -actualizada permanentemente- sobre este tema.
Argentina
Médico Argentino se incorpora a la Robótica Médica. Pauline Payne es británica, tiene 55 años, y una parte de su hígado fue trasplantado a su pareja, Raymond Jackson, de 59. ¿Quién fue el responsable de la operación? "Da Vinci". Claro que no se trata de Leonardo, sino de un robot cuyo valor estimado es de dos millones de dólares y que, en un hecho inédito en Inglaterra, registró su intervención quirúrgica en el Guy's Hospital de Londres, al extraer una porción del órgano de Pauline. También hay que decir que con este robot trabaja el doctor Santiago Horgan, un cirujano de 40 años nativo de Punta Alta, quien desde 1998 se desempeña como jefe de Cirugía Laparoscópica en la Universidad de Illinois, Chicago (Estados Unidos), y que desde hace cuatro años es el responsable del área de Cirugía Robótica.
Vadim Kotowicz médico argentino, 35 años, egresado de la Facultad de Medicina de la UNT. Especializado en cirugía cardiaca video asistida y robótica. En la actualidad, coordina los trasplantes de corazón y las cirugías miniincisivas en el Hospital Italiano de Buenos Aires y es médico de planta del Hospital Universitario Austral, de la localidad bonaerense de Pilar. Realizó cursos especializados en el Centro del Corazón de Leipzig, en Alemania donde aprendió a trabajar en cirugía cardiaca robótica y en cirugía asistida con video. Ya antes se había especializado en la Universidad de Yale, Connecticut y en el Cleveland Clinic, de Cleveland, Ohio, en Estados Unidos.
Colombia

En el 2000, Juan Carlos Góngora, un cirujano antioqueño de 32 años, recién graduado del CES, inició estudios en Francia, en laparoscópica avanzada, con el Dr. Jacques Marescaux. Jefe de Cirugía Endocrina y Digestiva del Hospital Civil de Estrasburgo, de la Universidad Luis Pasteur, y fundador del Instituto de Investigación contra el Cáncer del Aparato Digestivo (IRCAD).

Desde entonces, tuvo la oportunidad de participar en el proceso que culminó, el 7 de septiembre del 2001, en la primera operación robótica transatlántica, mediante la cual una paciente hospitalizada en Estrasburgo (Francia) fue operada por el robot Zeus, manipulado desde Nueva York por Marescaux,

El papel de Góngora fue el de "evaluación, observación y aprendizaje, ni más ni menos. Lo interesante de esto es que hubo un colombiano dentro del grupo que hizo la cirugía, pero hay que dejar claro que yo no fui quien operó. El doctor Marescaux es la cabeza del proyecto y los demás somos un grupo de profesores, fellows internacionales, internos y estudiantes que vamos a entrenarnos".

De acuerdo con Góngora, “la calidad de la medicina en Colombia es muy buena, hablamos con los europeos y los norteamericanos de tú a tú, tenemos acceso a la misma literatura, a los mismos sitios de Internet... lo tenemos todo, pero el problema es económico. Contamos con un sistema de seguridad social muy nuevo y precario que busca recursos para cubrir población de la mejor manera posible. Esto hace que no podamos utilizar tecnología costosa. Lo que debe darse cuenta la sociedad médica colombiana es que utilizando esta tecnología de punta ahorraríamos dinero, brindaríamos un servicio de más alta calidad y tendríamos una población más sana”
México
En agosto de 1993 el Dr. Jonathan M. Sackier cirujano de origen inglés, quien trabajaba en la Universidad de California en San Diego, realizó un Curso de Cirugía Laparoscópica Básica en Tijuana, con la participación de varios cirujanos de la Cruz Roja Mexicana de la Delegación de Tijuana, incluyendo al Dr. mexicano Harry Miller, con aval de SAGES -Society of American Gastrointestinal Endoscopic Surgeons (Sociedad Americana de Cirujanos Endoscopistas Gastrointestinales), la AMCL (hoy AMCE- Asociación Mexicana de Cirugía Endoscópica) y la AMCG (Asociación Mexicana de Cirugía General). Durante ese mismo mes el Dr. Sackier realizó la primera colecistectomía por laparoscopia asistida robóticamente.
El 12 de junio de 1996, José Luis Mosso Mosso realizó su tesis como residente del Hospital Juárez de México, en cirugía robótica, al intervenir, el 12 de junio de 1996, dos colecistectomías en cerdos, controlando la cámara de laparoscopía con un robot PUMA 6000, diseñado y construido en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica del Instituto Politécnico Nacional.
Ese mismo año, el Dr. Sackier y Harry Miller lograron obtener a AESOP 1000, (Automated Endoscopic System for Optimal Positioning/Sistema Automatizado para el Óptimo Posicionamiento Endoscópico) para llevarlo a México mediante un préstamo temporal gracias a Yulun Wang, experto en Ingeniería Robótica, quien había trabajado para la NASA y fundador de Computer Motion. El 26 de junio de 1996, en el Hospital General Regional (HGR) #20 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Tijuana, los doctores Harry Miller y Adrián Carbajal, realizaron los primeros casos de cirugía laparoscópica asistida por robot efectuada por mexicanos en pacientes con AESOP 1000 (de control con el pie y/o remoto manual). Se realizaron en esa ocasión un total de 20 casos, 14 colecistectomías, 2 funduplicaturas, 1 plastia tubaria y 3 hernias preperitoneales.

En 1997, el Dr. Antonio García Ruiz, cirujano mexicano, realizó en la Cleveland Clinic, una investigación con Zeus, en el Centro de Cirugía de Mínima Invasión en Ohio, demostrando la factibilidad de hacer suturas endoscópicas más rápidamente y con mayor precisión comparativa al sistema tradicional, siendo de gran ayuda en los procedimientos en los que se utilizan suturas más pequeñas en donde la forma manual es menos precisa y más lenta, proponiéndose especialmente para la microcirugía endoscópica.

En 1998, en la Ciudad de México, en el Hospital Torre Médica la Compañía Intuitive realizó el primer estudio de telepresencia a corta distancia en cirugía de hiato y de vesícula biliar, (Proyecto D’Vinci-1) con un robot diseñado para la cirugía abierta en el área militar. El Proyecto D´Vinci se realizó del 27 de julio al 27 de octubre de 1998 en el hospital Torre Médica en México, DF. De 475 pacientes reclutados, se seleccionaron 250, con problemas de litiasis biliar (n=122) y con enfermedad por reflujo gastroesofágico (n=128). Se distribuyeron entre 4 equipos quirúrgicos, lidereados por los cirujanos Barry Gardiner, de Oakland, CA., Alan White de Tacoma, Washington; Guy Bernard Cadiere de Bruselas, Bélgica y Adrián Carbajal Ramos de México. Además de Adrián Carvajal participaron como investigadores asociados Enrique Núñez, Javier Benítez y José Medina y d un grupo de enfermeras quirúrgicas e ingenieros biomédicos mexicanos, en colaboración con investigadores, ingenieros y enfermeras de USA, Bélgica y África. El primer caso fue una colecistectomía laparoscópica, realizada por ACR el 27 de julio de 1998; a partir de este hecho, cada equipo realizó 62 cirugías en promedio, 50% con el sistema D´Vinci de telepresencia y 50% con cirugía laparoscópica convencional. La clasificación, logística, la comparación entre cirugía asistida por robot y laparoscopía convencional, el análisis de morbi-mortalidad, un protocolo de anestesia y el seguimiento a 1, 3, 6, 12,18 y 24 meses en un estudio aleatorio, prospectivo y controlado, integraron el Proyecto D´Vinci, que buscaba equivalencia estadística de resultados entre cirugía endoscópica robótica vs. los estándares de calidad conseguidos hasta 1998 por la cirugía laparoscópica convencional. Los resultados fueron equivalentes, y logró la aprobación de la Food and Drugs Administration (FDA) en USA, el 11 de julio del 2000.

La experiencia quirúrgica del equipo del Hospital Torre Médica y cirujanos asociados, realizada del 26 de julio de 1996 a septiembre del 2003, conjunta 779 pacientes intervenidos con robots. A partir de septiembre del 2001, la cirugía asistida con robots y brazos estáticos es práctica rutinaria en el hospital. A marzo del 2005, Torre Médica ha practicado más de mil cirugías con una eficacia de 99.49 por ciento.

En junio de 1998, Antonio García, de México, con Tomaso Falcone, realizó, en la Cleveland Clinic de USA la primera anastomosis de trompa de Falopio, en el mundo, con el sistema robótico Zeus.

En octubre de 1999 en el HGR#20 del IMSS con AESOP 3000, de Computer Motion, se realizó el primer Curso Latinoamericano de Cirugía Robótica con duración de 2 semanas, con aval de ALACE (Asociación Latinoamericana de Cirugía Endoscópica) AMCE y AMCG que permitió a más de 20 cirujanos poder entrar en contacto y entrenar con un robot. Con AESOP 3000 (los ojos de Zeus) se realizaron 111 procedimientos laparoscópicos, en su mayoría colecistectomías, funduplicaturas esofágicas y la extracción de una bala (ojiva). También se desarrolló un Programa Educativo de Cirugía Robótica en el IMSS que a su vez se encuentra en catálogo, bajo Diplomados de Alto Nivel de Especialización desde el año 2001, el cual se ha seguido impartiendo con regularidad –al 2003. La mayoría de los cirujanos han disminuido sus tiempos operatorios comparando el primer y el segundo caso entre -25%-51%.

En total, se realizaron 20 casos laparoscópicos asistidos robóticamente con el sistema AESOP 1000 (1996) y 111 casos con el sistema AESOP 3000 (1999-2002) con activación de voz.

En noviembre de 1999 se inició la primera etapa del Proyecto Zeus con instrumentos de 3 mm, colecistectomía, realizándose nudos intracorpóreos a la arteria y al conducto cístico; todos los participantes asistieron al laboratorio de cirugía experimental de Computer Motion en Goleta, California a realizar el adiestramiento. En el HGR #20 del IMSS, permaneció Zeus por tres semanas. En ese periodo tuvimos también el honor de tener la visita en Tijuana del Dr. Kurt Semm

Entre el año 1999 y 2002, Harry Miller de Tijuana reinició trabajos con ESOPO 2000 e intervino otros 150 pacientes. En estos mismos años, Juan Bosco Martínez se entrenaba en cirugía laparosocópica urológica asistida con robots, en la Universidad Pierre et Marie Curie en París, Francia; en el 2003, trabaja en el hospital San José, de Zamora, Michoacán y realizaba prostatectomía radical laparoscópica asistida con robots. El físico mexicano Iván Espinosa, doctorado en Robótica, desarrolló su tesis con el proyecto de un brazo robótico en la Universidad de Montpellier, Francia, y el Dr. Jorge Ángeles, ingeniero mexicano que trabaja en Quebec, es reconocido experto internacional en robótica.

El Proyecto Zeus se realizó del 24 de septiembre al 20 de noviembre del 2001 en el hospital Torre Médica de México, DF. El propósito de este estudio fue investigar la seguridad y eficiencia de utilizar el sistema ZEUS en cirugía de mínima invasión. El protocolo de la investigación fue avalado por el Departamento de Medicinas y Alimentos de Estados Unidos (FDA), la Secretaría de Salud de México y el Comité de Investigación del hospital mexicano. El proyecto fue diseñado como un estudio de equivalencia estadística, prospectivo, aleatorio y controlado, para comparar resultados en colecistectomía y funduplicación tipo Nissen de 3600 con técnica de mínima invasión, entre el sistema de instrumentos robóticos ZEUS, de cirugía de telepresencia, con instrumentos convencionales de cirugía laparoscópica. En el Proyecto Zeus, dirigido por Adrián Carbajal, participaron Enrique Núñez como investigador y como investigadores asociados: José Mendoza, Javier Benítez, Oscar Orozco, y Salvador Valencia, además de enfermeras y enfermeros, ingenieros biomédicos, y en electrónica, en equipo con investigadores e ingenieros de USA. Se seleccionaron 222 pacientes con base en criterios de exclusión/inclusión de un grupo de 551 candidatos, mediante estudios específicos; los 222 se dividieron en 2 grupos –control y Zeus- y se asignaron aleatoriamente a cada uno de cuatro equipos quirúrgicos. El 50% de los casos los intervenimos con el sistema Zeus y el otro 50% con laparoscopía convencional asistido con robots y brazos estáticos.

Los cuatro grupos quirúrgicos dirigidos por Adrián Carbajal, de México, como investigador principal, y Enrique Núñez, de México, Alan White, de Nueva York, USA, Carlos Gracia, de Los Ángeles, CA, USA; como co-investigadores. El doctor Carbajal fue seleccionado entre 2,000 médicos del mundo y 60 finalistas. El equipo que trabajó en la demostración contaba con –por lo menos– 5,000 operaciones realizadas. Cada equipo realizó 55 casos en promedio, 50% con el sistema Zeus y 50% con cirugía laparoscópica convencional. Los resultados, análisis estadístico, logística, seguimiento, etc., integran el Proyecto Zeus. La conclusión general de esta investigación fue que la tecnología de instrumentos robóticos ZEUS es equivalente en términos de seguridad y eficiencia a los instrumentos de laparoscopía convencional. La FDA aprobó este proyecto el 24 de septiembre 2002.

En noviembre y diciembre del 2001, un equipo médico mexicano dio a conocer el Informe “Brazo robótico para sujetar y posicionar laparoscopios. Primer diseño y construcción en México”, resultado de un trabajo iniciado en 1998. El equipo estuvo integrado por: Dr. José Luis Mosso Vázquez, de la Clínica Hospital Alberto Pisanty Ovadía, ISSSTE, HGZ No. 27, IMSS. Dr. Arturo Minor Martínez y Dr. Enrique Maya, de la Sección de Bioelectrónica, Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional. Dra. Verónica Lara Vaca, del Hospital de Ginecología y Obstetricia Unidad Tlatelolco IMSS, Hospital Gonzalo Castañeda ISSSTE.

En marzo del 2002 se dio a conocer el reporte del caso de Histerectomía Vaginal Video Asistida a Través de un Brazo Robótico, primera experiencia quirúrgica en humanos asistida por un brazo robótico diseñado y construido totalmente en México. El proyecto fue desarrollado por un equipo conformado por el Dr. José Luis Mosso, HGZ No. 27 IMSS, Clínica Hospital A. Pisanty ISSSTE, Arturo Minor Martínez, Laboratorio de Bioelectrónica del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, Verónica Lara Vaca Hospital de Ginecología y Obstetricia, Unidad Tlatelolco del Instituto Mexicano del Seguro Social; el Dr. Raúl García-Palacios del Hospital Regional 2A Troncoso y el Dr. Carlos Nava Pineda. Con la presentación del caso de la primera experiencia quirúrgica en humanos asistida por un brazo robótico diseñado y construido totalmente en México, demostramos que cinco grados de libertad son suficientes para navegar en cavidad pélvica y que el tiempo quirúrgico puede ser mejorado con el tiempo.

En noviembre y diciembre del 2002, se dieron a conocer los resultados del Proyecto Colecistectomías Laparoscópicas Asistidas por un Robot y Teleguiadas Vía Satélite en México, encabezado también por el Dr. José Luis Mosso Vázquez de la Clínica-Hospital A. Pisanty O. del ISSSTE, HGZ No. 27 IMSS; el Dr. Arturo Minor Martínez del Laboratorio de Bioelectrónica del Centro de Investigación y Estudios Avanzados; la Dra. Amanda Gómez González de la Subdirección General Médica, Comisión Federal de Telecomunicaciones; el Dr. Luis Padilla Sánchez del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre ISSSTE; el Dr. Alberto De La Torriente Gutiérrez del Departamento de Telesalud, Centro Médico Nacional 20 de Noviembre ISSSTE y la Dra. Verónica Lara Vaca del Hospital Gonzalo Castañeda ISSSTE, Hospital de Ginecología y Obstetricia Unidad Tlatelolco IMSS. El proyecto se dirigió, con el sistema satelital del programa de telemedicina del ISSSTE creado en 1994, a demostrar la utilidad de asistir y orientar a un cirujano ubicado en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas en colecistectomías laparoscópicas, por cirujanos expertos ubicados remotamente, a través de la telemanipulación de un robot mexicano teledirigido y ubicado en la sala de quirófano y por el análisis de datos multimedia por vía satélite desde la Ciudad de México, a 1,277 km, y ofrecer precisión, seguridad, criterios quirúrgicos, diagnósticos y pronósticos durante el transoperatorio. El proyecto usó sistemas desarrollados en México y dos instituciones unieron sus esfuerzos para llevarlo a cabo: CINVESTAV e ISSSTE. Se realizaron las primeras colecistectomías laparoscópicas teleasistidas por un robot en el Hospital General Belisario Domínguez Chiapas, teleasistidas y teleguiadas desde el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del ISSSTE por vía satélite a 1,277.88 kilómetros de distancia con un período de latencia de 500 milisegundos. El satélite utilizado es el Solidaridad 2. Los procedimientos quirúrgicos fueron transmitidos a 19 unidades remotas de la República Mexicana, los tiempos quirúrgicos no fueron menor a los convencionales (90 y 35 minutos).

Con AESOP 3000, entre 2001 y 2003, Luis Rengel ha intervenido 50 casos en Torre Médica, José Mendoza Márquez y Eduardo Guereque, han intervenido otros 60 casos en Cd. Juárez; Hidromiro Murrieta, 30 casos en Xalapa, Ver., Juan Bosco Martínez y Leonardo Cervantes 15 casos en Zamora, Mich., Oscar Orozco cerca de 50 casos en Guadalajara, Jal; y Luis Sánchez Brito y Sergio Rojas de Puebla, otros 60 casos. En julio del 2003, un grupo de especialistas integrado por los doctores Elías Chousleb Mizrahi, Alberto Chousleb Kalach, Samuel Shuchleib Chaba, y María del Carmen Hernández Baro, presentaron los resultados de la investigación Microcirugía laparoscópica empleando el sistema AESOP y la rata como modelo experimental; Revista Mexicana Cirugía Endoscópica. Asociación Mexicana de Cirugía Endoscópica. Volumen 4. Número 3. Julio-Setiembre 2003 A la publicación del artículo, miembros del Centro de Cirugía Experimental Karl Storz, Centro Médico ABC

A este proceso se suma la experiencia de 12 casos, al 2003, con Zeus conseguida por Ricardo Ordorica, Jaime Nieto, Héctor Azuara, Luis Rengel y Adrián Carbajal Ramos en cirugía pediátrica en el Hospital Infantil de México, uno de los trabajos pioneros del mundo en este terreno.

José Luis Mosso desarrolló, entre el 2001-2003, el robot mexicano “Tonathiu”, que controla una cámara de laparoscopía con el que ya se han intervenido pacientes.
Perú

El médico peruano Marcelo Obando, nacido en Piura, es considerado pionero de la cirugía robótica de los senos paranasales y de la base del cráneo Obando trabaja para la Kaiser Moanalua Medical Center, en Honolulu, Hawai.

Su prestigio comenzó a tomar fuerza en 2000, cuando puso en práctica sus trabajos en la aplicación de la cirugía robótica en la especialidad de otorrino, principalmente senos paranasales y base del cráneo. Presentó sus trabajos en el ámbito internacional, principalmente en The 4th International Congress on Computer and Robotics in the Operating Room, en Santa Bárbara, California. También en The IX World Congress of Rhinology organizado por la Mayo Clinic en Washington DC y en el Congreso Panamericano de Lima, realizado en noviembre de 2000.

Desde entonces se puso en contacto directo con los ingenieros de la compañía Computer Motion de Santa Bárbara, California, para la modificación de los instrumentos quirúrgicos aplicables a los robots, la integración de nuevos sistemas en la voz de reconocimiento y en la aplicación de los campos electromagnéticos para la guía de instrumentos quirúrgicos. A febrero del 2003 Obando había participado en ocho operaciones desarrolladas por el Kaiser Center utilizando el brazo robótico AESOP (Automatic Endoscopic System for Optimal Positioning)

“Mis investigaciones las dedico al Perú, donde realicé mis estudios médicos”, afirmó Obando en recientes declaraciones.
Venezuela
El Dr. Federico L. Gattorno, especialista en Cirugía General, egresado del Hospital Universitario de Caracas, fellow de la División de Cirugía Laparoscópica del Mount Sinai Medical Center en la ciudad de New York, Miembro del Colegio Americano de Cirujanos (FACS), Miembro de la Sociedad Americana de Cirujanos Gastrointestinales Endoscopistas (SAGES), de la Asociación Europea de Cirugía Endoscópica (EAES), de la Asociación Latinoamericana de Cirugía Endoscópica (ALACE) y de la Sociedad Venezolana de Cirugía, es el Director de UNIQA. Como Invitado especial a las V Jornadas Científicas del Hospital “Dr. Luis Razetti”, Puerto La Cruz, Venezuela Julio 2001, dictó la Conferencia: “Cirugía Robótica”

Lea también
Robotica Medica, Cirugia Robotica

Baena Jiménez, Alejandro. Puntadas antioqueñas en cirugía trasatlántica El Pulso. Noviembre, 2001

Carbajal Ramos, Adrián. Cirugía Robótica; Cirujano General. Volumen 25. Número 4. Octubre-Diciembre 2003.

Carbajal Ramos, Adrián. Estado del arte en cirugía robótica Revista Mexicana Cirugía Endoscópica. Volumen 2. Número 2. Abril-Junio 2001

Carbajal Ramos, Adrián. Tecno-Cirugía: 2001

Chousleb Mizrahi, Elías; Chousleb Kalach, Alberto; Shuchleib Chaba, Samuel y Hernández Baro, María del Carmen. Microcirugía laparoscópica empleando el sistema AESOP y la rata como modelo experimental; Revista Mexicana Cirugía Endoscópica. Volumen 4. Número 3. Julio-Setiembre 2003.
Gattorno, Federico L. UNIQA

Gattorno, Federico. Cirugía robótica: más allá de los límites de la mano humana. Rev. Venezolana de Urologí;48(1):70-80, ene.-jun. 2002

Miller Fogel, Harry. Cirugía robótica en México. Los sistemas inteligentes, perspectivas actuales y a futuro en el ámbito mundial; Revista Mexicana Cirugía Endoscópica. Volumen 4. Número 1. Enero-Marzo 2003.

Mosso Vázquez, José Luis; Minor Martínez, Arturo; Lara-Vaca, Verónica; García Palacios, Raí y Nava Pineda, Carlos. Histerectomía Vaginal Video Asistida a Través de un Brazo Robótico . Cirugía y Cirujanos. Volumen 70. Número 2. Marzo-Abril 2002.

Mosso Vázquez, José Luis; Minor Martínez, Arturo; Gómez González, Amanda; Padilla Sánchez, Luis; de la Torriente Gutiérrez, Alberto y Lara-Vaca, Verónica Colecistectomías Laparoscópicas Asistidas por un Robot y Teleguiadas Vía Satélite en México. Cirugía y Cirujanos. Volumen 70. Número 6. Noviembre-Diciembre 2002.
"Da Vinci" se lució en un quirófano inglés. La NuevaProvincia, 17 de mayo, 2005. Argentina

Cirugía robótica mejora en México. El Economista, 24 de marzo, 2005. México

Galeno peruano revoluciona cirugía robótica en EE UU. El Peruano Diario Oficial. 11 de febrero del 2003

Cirugía robótica ¿Y dónde está el doctor? Expansión. México.

lunes, 14 de marzo de 2005

Transhumanismo en Costa Rica

17 de setiembre, 2004

La teoría controversial que dice que la conciencia es el resultado de efectos cuánticos, harecibido apoyo al descubrirse que moléculas biológicas grandes tienen propiedades de ondas.Un nuevo sistema permitirá a la gente controlar, con el pensamiento, una prótesis de brazomás flexible y funcional.

Un “gen reloj”, recientemente identificado, parece influenciar el que una persona sea más productiva en la mañana o en la noche, descubrimiento que podría,algún día, ayudar a que la gente elija su estilo de vida acorde a su estructura genética.

La soya se ha convertido en la primera cosecha en completar su ciclo de crecimiento en elespacio, produciendo granos normales y probando la viabilidad de crecer vegetación en elespacio, para sustentar viviendas humanas con estadías largas.

Un nuevo método ecológico de usar la química para formar pequeñas partículas de oro, dentro de las células de microorganismos, ha sido desarrollado para aplicaciones como la detecciónde enfermedades, control genético y de enzimas y enviar medicamentos terapéuticos,directamente, al núcleo de las células.

Ha sido construido un modelo detallado para una“fábrica celular” que produce neuronas motoras de células madre embrionarias, que puedellevar a tratamientos para personas con daños en la médula espinal y enfermedades del movimiento, como Parkinson y Lou Gehrigs.

La misma organización que clonó a la oveja Dolly recibió permiso para hacer investigaciones con las llamadas células madre embriónicas “éticas”, usando un proceso llamado partenogénesis. La organización de doctores más grande de los Estados Unidos dice que la clonación destinada a la investigación biomédica no va en contra de la ética médica, siempre y cuando no sea usada para crear otro ser humano.

Por causa de la tecnología, hoy, la humanidad cambia de manera radical. Pero a diferencia del pasado, por vez primera estamos en capacidad de rediseñar la condición humana, incluyendonuestro confinamiento al planeta Tierra. Además, esa transformación se manifiesta con unadinámica nunca antes conocida. Ante este vértigo, algunas personas fomentan una actitudapocalíptica que, en forma de círculo vicioso, se traduce en un pesimismo permanente. Sin embargo, no es la única opción.

Conforme lo expresa la Declaración Transhumanista, de la Asociación Transhumanista Mundial, creemos en el desarrollo de una actitud receptiva de las nuevas tecnologías, porquede esa manera existe una mayor probabilidad de utilizarlas para nuestro provecho, que siintentamos condenarlas o prohibirlas. Sería trágico que no se materializaran sus beneficios acausa de una tecnofobia injustificada y prohibiciones innecesarias y sería trágico, enconsecuencia, que otras motivaciones sean las que acompañen su inevitable desarrollo.

Los transhumanistas defendemos, más allá de cualquier limitación biológica, el derecho detodas las personas que deseen utilizar la tecnología, para ampliar sus capacidades mentales yfísicas o para mejorar su control sobre sus propias vidas, al tiempo que promocionamos elbienestar de toda conciencia (sea en intelectos artificiales, humanos, animales no humanos oposibles especies extraterrestres).

Si usted comparte estas mismas inquietudes, escríbame a walterfarah@yahoo.com. Nuestro deseo es crear un grupo de estudio en Costa Rica alrededor de esta visión.

domingo, 6 de marzo de 2005

Cirugía Robótica

28 de febrero, 2005

Ciertamente es la cirugía la disciplina donde la robótica se ha anclado definitivamente pero eso para nada significa que otras áreas médicas no hayan sentido el impacto tecnológico, sobre todo en aquellas en donde la distancia física dejó de convertirse en un problema real. Así por ejemplo, la captura digital de información y su transmisión en tiempo real, modificó por completo el diagnóstico médico

Los primeros intentos de aplicar la informática al diagnóstico médico se remontan a los años sesenta. En aquella época, los esfuerzos se centraban en la aplicación de técnicas matemáticas a casos de baja complejidad. En la segunda mitad de los años setenta, se estudió la naturaleza del razonamiento del médico experto durante el proceso de resolución de problemas clínicos, créandose los primeros programas, llamados sistemas expertos, confeccionados a partir de ese esquema.

Hoy son comunes cámaras para la toma de fotografías clínicas que permiten su transmisión. Monitores que pueden mostrar signos vitales tales como, entre otros, temperatura, presión sanguínea, pulso y cantidad de oxígeno en sangre con capacidad para guardar datos, no de uno, sino de muchos pacientes. Electrocardiógrafos convertidos en computadoras, permitiendo la creación de archivos con las gráficas obtenidas, interpretaciones de las mismas y notas del médico tratante que pueden ser enviadas electrónicamente. Espirómetros con gráficos que pueden verse en la pantalla de una computadora que, a su vez, puede traducir los datos en reportes detallados para el diagnóstico. Estetoscopios midiendo sonidos cardiacos que pueden enviarse a distancia. Ultrasonidos que pueden enviarse en tiempo real del vídeo, generado por un aparato de ecografía que cabe en la palma de la mano y que se conecta a una computadora, capaz de guardar 10,000 imágenes o más. Oftalmoscopios, otoscopios y dermascopios que permiten el envío de imágenes continuas en tiempo real (videoscopías).

En su conjunto, todas ellas modificaron el significado y el entorno del diagnóstico médico, creando las condiciones para lo que se denomina telemedicina, es decir, "un sistema integrado de servicios médicos proporcionados por medio de la informática, que sustituyó el contacto cara a cara entre el paciente y el médico he hizo posible la atención del enfermo por médicos especialistas, sin importar la distancia que los separe, pero lo más importante, en tiempo real. La telemedicina favoreció la prestación de servicios médicos en cualquier parte del mundo, a través de la combinación de expertos en servicios de la salud y expertos en telecomunicaciones. A través de ella...pueden intercambiarse expedientes médicos electrónicos, acompañados de radiografías, fotografías clínicas, estudios de ultrasonido, de tomografía computada y en resumen cualquier estudio digitalizado, así como todo el historial de pacientes incluyendo diagnósticos, prescripciones médicas anteriores, etc." .

Y sin embargo, dentro de la medicina, la distancia no solo fue superada por el diagnóstico médico sino también, un paso adelante, por la cirugía robótica, favorecida por el desarrollo particular de la cirugía que culmina con la aparición de la llamada Cirugía Mínimamente Invasiva -CMI.

Cirugía Mínima Invasiva

La historia reciente de la cirugía es, escribió el cirujano mexicano Adrián Carvajal, la historia de su relación con la bioquímica, fisiología, farmacología, anatomía patológica, bacteriologia y psicología, originando la llamada Ciencia Médico-Quirúrgica, que termina desarrollándose de la mano con la inmunología, la radiología intervencionista y la endoscopía diagnóstica y/o terapéutica. En su conjunto, esta renovación de la cirugía se tradujo en cambios radicales, el más importante de todos, la consolidación de la CMI.

La Laparoscopía es quizá la técnica más utilizada por los médicos cirujanos y la principal razón es que evita las grandes incisiones requeridas en las cirugías tradicionales. Con la técnica laparoscópica se realizan de tres a cinco orificios pequeños de 0.5 a 1 cm en el abdomen, a través de los cuales se introducen los instrumentos laparoscópicos que incluyen una cámara de video e instrumentos quirúrgicos que suelen ser muy delgados y finos. Dado que los cortes y la manipulación son mínimos, reduce el riesgo de complicaciones y mortalidad operatoria.

La primera intervención de una cirugía laparoscópica o CMI fue una colecistectomía (extirpación de la vesícula biliar) que tuvo lugar en Bonn, Alemania, en 1987, realizada por el Dr. Erick Muhe. Los sistemas de laparoscopía convencional continuaron su evolución hasta dar lugar a sistemas de tercera dimensión. Poco después se introdujo el uso de robots o brazos mecánicos que bajo el mando del cirujano, intervienen quirúrgicamente a pacientes en las áreas de cirugía general, cardiovascular y pediátrica, ortopedia, urología y neurocirugía, entre otras.

Al 2005, la Cirugía Robótica (CR) es una técnica debidamente establecida que combina tecnología robótica (brazos mecánicos) con la CMI, donde el cirujano -con una visión de tres dimensiones- sostiene y dirige el instrumental quirúrgico no directamente, sino a través de los dos brazos que son introducidos, en el cuerpo del paciente, junto con un endoscopio, a través de tres pequeñas incisiones

Sistemas de Teleoperación Robótica

El uso de herramientas para incrementar, facilitar o mejorar la capacidad de manipulación de objetos forma parte de la cultura humana. De la rama para bajar un fruto, pasando por las pinzas del herrero hasta llegar a la robótica y la telemanipulación, en particular, dentro de la medicina, los sistemas quirúrgicos robóticos y telerobóticos.

La telemanipulación es el conjunto de tecnologías para el control a distancia de un manipulador teleoperado. Su origen se remonta a fines de los años cuarenta, siglo XX, cuando los laboratorios nucleares enfrentaron el riesgo derivado del contacto directo con los elementos radiactivos. Las primeras investigaciones se remontan a 1947, cuando Raymond Goertz, del Argonne Nacional Laboratory de Estados Unidos, se preocupó por desarrollar algún tipo de manipulador a distancia, mediante el uso, por parte del operador, de otro manipulador equivalente. En 1948 se desarrolló el M1, primer manipulador teleoperado mecánico y, en 1954, Goertz presentó el primer manipulador maestro-esclavo, con accionamiento eléctrico y servocontrol, en ambos manipuladores, llamado E1. En los sesentas se extendieron las investigaciones a las aplicaciones submarinas, incluyendo la incorporación de cámaras y otros dispositivos para aumentar la telepresencia del operador. A finales de los sesentas e inicios de los setentas, la tecnología de teleoperación empezó a utilizarse en aplicaciones espaciales.

Hoy se habla de Sistemas de Teleoperación, donde un manipulador, denominado “esclavo” (ME), reproduce fielmente, mediante un sistema de comunicación, los movimientos de otro dispositivo –denominado “maestro” (MM), controlado por un operador humano (MMH). Se define como un MER, a un manipulador esclavo robotizado. Dado que los sistemas lógicos de última generación serán sistemas expertos inteligentes, es decir, con capacidad de aprendizaje, no hay nada que impida que, en el futuro, se desarrollen también Manipuladores Maestros Robóticos (MMR). La distancia física entre los manipuladores maestro-esclavo varía dependiendo del tipo de sistema de comunicación que se utilice, sea mecánico, eléctrico, satelital o, fibra óptica.

En general, las tecnologías asociadas a los actuales sistemas de telecooperación son el resultado de la convergencia del desarrollo de las telecomunicaciones, la informática, la tecnología multimedia y la robótica, con las necesidades de sectores como las exploraciones espaciales y submarinas, las industrias automotriz y manufacturera, la salud, entre otros. El desarrollo de las telecomunicaciones, en particular de la conexión mediante fibra óptica, permite que la interacción MM-ME, no importando distancia física, sea en tiempo real, El desarrollo de la tercera dimensión en multimedia posibilita la interacción virtual al MMH y, los robots, MER, aportan multifuncionalidad y precisión con los dispositivos hápticos que utiliza. En medicina, el MMH es el cirujano y, los MER, los brazos robóticos

En ese contexto, los conceptos de Cirugía Robótica -CR- y Cirugía Telerobótica –CTR- o, Telepresencia, evidencian la intervención de brazos robóticos (una estructura que semeja la anatomía de los brazos humanos, capaz de imitar los movimientos de diversas articulaciones como las del hombro, codo, muñeca y manos) es decir de una relación MER-MMH. La diferencia entre CR y CTR es la distancia física entre el MER y el MMH. La primera operación CTR se realizó el 7 de setiembre del 2001 , donde el MER se encontraba en Estrasburgo, Francia y el MMH en Nueva York, a una distancia de 15 mil kilómetros. Por esa razón, en la CTR, el medio de transmisión se convierte en un factor crítico. En esa ocasión, France Telecom participó creando una conexión interoceánica de fibra óptica que garantizó la calidad y velocidad de transmisión requeridas.

Cirugía Robótica

Las CR y CTR implican mayor precisión, daños mínimos, menor traumatismo, estancias hospitalarias más cortas, menos complicaciones, disminuye el tiempo de recuperación del paciente y sus preocupaciones estéticas y representa un ahorro en el costo operatorio, hospitalario y de rehabilitación.

En 1992, en Palo Alto, California, Philippe Green, de Stanford Research Institute (S.R.I.), realizó investigaciones en manipulación remota, desarrolló prototipos de sensores y efectores maestro-esclavo, motivado por generar equipos de cirujanos, en diferentes especialidades, que pudieran atender, desde un lugar seguro, emergencias en los campos de batalla. Casi de manera simultánea el Dr. Stephen Jacobsen de la compañía Sarcos de Utah, desarrolló brazos y manos robóticas que replicaban por control inalámbrico los movimientos humanos.

En 1993, en un hospital de la Jolla, CA, el Dr. Jonathan Sackier utiliza al robot Esopo, de la empresa Computer Motion Inc., manejado por medio de palancas y comandos de pie, como auxiliar para conducir un laparoscopio. En 1994, el posicionador endoscópico Aesop de la firma Computer Motion fue el primer robot aprobado para pruebas clínicas por la Food and Drug Administration de los Estados Unidos –FDA.

En 1995 se formó la empresa Intuitive Surgical Inc, que adquirió los derechos de la investigación del Dr. Green e inició los trabajos de adaptación para su uso clínico fuera de campos de interferencia. En 1996, empieza a utilizarse la primera versión del sistema D’Vinci para sustitución de válvulas y operaciones de bypass En 1997, el Dr. Jack Himpens intervino los primeros cinco pacientes con cirugía laparoscópica por telepresencia a corta distancia, dentro del mismo quirófano en el hospital St. Blasius, en Bélgica. En 1998 los cirujanos Antonio García Ruiz y Tomaso Falcone, realizaron plastías tubarias en 10 pacientes en Cleveland, Ohio, con la primera versión del robot Zeus, fabricado por Computer Motion. En 1999 un equipo dirigido por el cirujano belga Hugo Vanermen realizó, por vez primera, una intervención coronaria sin abrir el tórax. Ese mismo año, el London Health Sciences Center (LHSC) de Ontario, Canadá, efectuó la primera operación de bypass en pecho cerrado sobre un corazón latiendo y la primera operación de revascularización cardiaca híbrida a pecho cerrado, ambas asistidas por robots.

En el 2000, el LHSC pronosticaba que sus operaciones del corazón asistidas por robots aumentarían desde el 5%, experimentado en 1999, a un 30% de un total de 1.700 pacientes en 2005; fue aprobada para su comercialización por la FDA, el sistema robótico D’Vinci.; el Dr. Ralph Damiano, Jefe de Cirugía Cardiaca en el Centro Médico de Hershey, Estados Unidos, aplicaba el uso del robot en forma experimental en la cirugía cardiaca y en la Universidad de Hackensack se utilizaba el sistema de robots conocido como Aesop (Automated Endoscopy System for Optimal Positioning), primer robot autorizado por el órgano regulador de los Estados Unidos. En el 2001, el sistema Zeus, de Computer Motion, había realizado operaciones de bypass en pruebas clínicas. Para el 2003 al menos 280 hospitales de los EEUU usaban el Aesop y se iniciaba la experimentación de comandos vocales. En general, de 1994 a 2003, se calculaba en unas 300.000 intervenciones las realizadas en Europa, Estados Unidos, Canadá y México. La investigación en cuanto a las posibilidades de la cirugía de telepresencia continúa en las áreas de cirugía cardiaca, ginecológica, cirugía del cerebro, de columna vertebral, cirugía pediátrica, urológica y fetal intrauterina.

A inicios del 2005, han empezado a surgir comercialmente los llamados "Robodoc", robots autónomos que permiten la interacción virtual a distancia entre el médico y el paciente y que llevan el concepto de telemedicina un paso adelante; un tema que abordaremos en la tercera entrega de esta serie.

sábado, 26 de febrero de 2005

Robótica Médica

Presentación

La robótica médica es hija del Siglo XXI, pero sus raíces se pierden en la segunda mitad del siglo XX. La cirugía, la ortopedia, la capacitación, la atención de pacientes y personas de la tercera edad, asistentes médicos, tareas hospitalarias y técnicas de diagnóstico son algunas áreas donde las tecnologías de la robótica han encontrado un sector de expansión, en particular, por un lado, robots esclavos, aquellos que no tienen capacidad de movimiento autónomo y, robots autónomos, los que necesitan de un desarrollo lógico diseñado especialmente para la realización de específicas actividades.

En general, un robot es “un dispositivo generalmente mecánico, que desempeña tareas automáticamente, ya sea de acuerdo a supervisión humana directa, a través de un programa predefinido o siguiendo un conjunto de reglas generales, utilizando técnicas de inteligencia artificial. …Un robot también se puede definir como una entidad hecha por el hombre con un cuerpo y una conexión de retroalimentación inteligente entre el sentido y la acción – no bajo la acción directa del control humano –. Usualmente, la inteligencia es una computadora o un microcontrolador ejecutando un programa. Sin embargo, se ha avanzado mucho en el campo de los robots con inteligencia alámbrica. Las acciones de este tipo de robots son generalmente llevadas a cabo por motores o actuadores que mueven extremidades o impulsan al robot” 1

Un grupo de expertos en robótica señaló, en mayo del 2004, el potencial comercial del uso de robots. Se estima que, en un período de tres a cinco años, este sector movilizará billones de dólares debido a su continua expansión en tareas del hogar y oficinas, industriales y agrícolas, auxiliares en seguridad y fuerzas armadas, entretenimiento y salud. Para ello, el sector robótico deberá combinar, para el consumidor, la satisfacción de necesidades prácticas con precios accesibles, como lo evidencia el éxito que ha tenido el robot de limpieza Roomba, de Robotic Floorvac, quien a esta fecha había alcanzado estar en 500.000 casas, debido a la capacidad autónoma de limpieza y precio accesible en el mercado estadounidense ($200). Para finales del 2005, se estima la venta de un 1 millón de robots y de 4 millones para el 2006, que significará un incremento del 400%, debido a la expansión de la robótica a sectores diferentes de los ya tradicionales de la industria y militar.

La común historia de la robótica y la medicina es reciente y de una rápida expansión, iniciando con los primeros brazos robóticos orientados a mover una cámara desde el exterior del abdomen del paciente para obtener la imagen que el cirujano necesitaba conseguir del interior del paciente. Esta función estuvo a cargo tradicionalmente de un asistente humano que seguía las órdenes del cirujano principal, de modo que este último pudiera usar las dos manos en tareas de manipulación. En 1999 se realiza una intervención coronaria sin abrir el torax utilizando un robot dirigido por voz. En el 2001, los brazos robóticos se utilizan en telecirugías transatlánticas. En el 2002, México se convierte en la sexta nación en hacer telecirugías. Desde entonces, han empezado a proliferar todo tipo de robots especializados.

La complejidad asociada al encuentro de la robótica con la medicina se evidencia si se toma en cuenta que, por ejemplo, los brazos de un ser humano tienen 29 grados de libertad de movimiento, en tres planos cartesianos, por lo que puede realizar 594.823.321 movimientos. La última generación de robots para telecirugía, el sistema D’Vinci, tiene 7 grados de libertad y puede realizar 117.649 movimientos, solo el 0.019% del total de la capacidad del ser humano, pero muy cercano al total que se utiliza en una cirugía convencional y muy superior a los 3 grados de libertad y 792 movimientos que se pueden realizar con los instrumentos de una cirugía laparoscópica convencional (0.00012% del total de la capacidad del brazo humano y 0.61% de la capacidad del robot D’Vinci). El desarrollo de la informática, la inteligencia artificial, la realidad virtual y las telecomunicaciones son, entre otros, sectores que han coadyuvado al desarrollo de la robótica médica, impulsada, además, por el propio impulso de la medicina que ha pasó de la cirugía abierta a la cirugía de mínima invasión.

Dada la compleja articulación de tecnologías diversas, la robótica médica es considerada como un sistema interrelacionado de procesos asociados a los componentes físicos y lógicos, especificaciones técnicas, protocolos y fases de uso, sistemas de seguridad, grados de libertad, cámaras, sensores, transductores, almacenamiento de información, interfases y recurso humano, entre otros.

América Latina no ha estado exenta de este proceso. Juan Carlos Góngora, colombiano, cirujano, miembro del equipo que realizó la primera telecirugía transatlántica, el 7 de setiembre del 2001 y Adrián Carvajal, mexicano, experto en robótica y líder de un equipo profesional mexicano, del Hospital Torre Médica de México, que inició la aplicación de la cirugía robótica en América Latina, son algunos de esos nombres que ya pertenecen a la historia universal de la robótica médica.

Debido a la multiplicidad y diversidad de fuentes de información, es cierto que los avances científico-tecnológicos hoy están más cerca de las propias personas, como nunca antes en la historia, pero, por ello mismo, ha sido inevitable el desarrollo de una fragmentación que, aunque revela los árboles informativos, impide ver el bosque cognoscitivo y, en consecuencia, oculta las radicales derivaciones que se generan en el entramado social.