sábado, 26 de febrero de 2005

Robótica Médica

Presentación

La robótica médica es hija del Siglo XXI, pero sus raíces se pierden en la segunda mitad del siglo XX. La cirugía, la ortopedia, la capacitación, la atención de pacientes y personas de la tercera edad, asistentes médicos, tareas hospitalarias y técnicas de diagnóstico son algunas áreas donde las tecnologías de la robótica han encontrado un sector de expansión, en particular, por un lado, robots esclavos, aquellos que no tienen capacidad de movimiento autónomo y, robots autónomos, los que necesitan de un desarrollo lógico diseñado especialmente para la realización de específicas actividades.

En general, un robot es “un dispositivo generalmente mecánico, que desempeña tareas automáticamente, ya sea de acuerdo a supervisión humana directa, a través de un programa predefinido o siguiendo un conjunto de reglas generales, utilizando técnicas de inteligencia artificial. …Un robot también se puede definir como una entidad hecha por el hombre con un cuerpo y una conexión de retroalimentación inteligente entre el sentido y la acción – no bajo la acción directa del control humano –. Usualmente, la inteligencia es una computadora o un microcontrolador ejecutando un programa. Sin embargo, se ha avanzado mucho en el campo de los robots con inteligencia alámbrica. Las acciones de este tipo de robots son generalmente llevadas a cabo por motores o actuadores que mueven extremidades o impulsan al robot” 1

Un grupo de expertos en robótica señaló, en mayo del 2004, el potencial comercial del uso de robots. Se estima que, en un período de tres a cinco años, este sector movilizará billones de dólares debido a su continua expansión en tareas del hogar y oficinas, industriales y agrícolas, auxiliares en seguridad y fuerzas armadas, entretenimiento y salud. Para ello, el sector robótico deberá combinar, para el consumidor, la satisfacción de necesidades prácticas con precios accesibles, como lo evidencia el éxito que ha tenido el robot de limpieza Roomba, de Robotic Floorvac, quien a esta fecha había alcanzado estar en 500.000 casas, debido a la capacidad autónoma de limpieza y precio accesible en el mercado estadounidense ($200). Para finales del 2005, se estima la venta de un 1 millón de robots y de 4 millones para el 2006, que significará un incremento del 400%, debido a la expansión de la robótica a sectores diferentes de los ya tradicionales de la industria y militar.

La común historia de la robótica y la medicina es reciente y de una rápida expansión, iniciando con los primeros brazos robóticos orientados a mover una cámara desde el exterior del abdomen del paciente para obtener la imagen que el cirujano necesitaba conseguir del interior del paciente. Esta función estuvo a cargo tradicionalmente de un asistente humano que seguía las órdenes del cirujano principal, de modo que este último pudiera usar las dos manos en tareas de manipulación. En 1999 se realiza una intervención coronaria sin abrir el torax utilizando un robot dirigido por voz. En el 2001, los brazos robóticos se utilizan en telecirugías transatlánticas. En el 2002, México se convierte en la sexta nación en hacer telecirugías. Desde entonces, han empezado a proliferar todo tipo de robots especializados.

La complejidad asociada al encuentro de la robótica con la medicina se evidencia si se toma en cuenta que, por ejemplo, los brazos de un ser humano tienen 29 grados de libertad de movimiento, en tres planos cartesianos, por lo que puede realizar 594.823.321 movimientos. La última generación de robots para telecirugía, el sistema D’Vinci, tiene 7 grados de libertad y puede realizar 117.649 movimientos, solo el 0.019% del total de la capacidad del ser humano, pero muy cercano al total que se utiliza en una cirugía convencional y muy superior a los 3 grados de libertad y 792 movimientos que se pueden realizar con los instrumentos de una cirugía laparoscópica convencional (0.00012% del total de la capacidad del brazo humano y 0.61% de la capacidad del robot D’Vinci). El desarrollo de la informática, la inteligencia artificial, la realidad virtual y las telecomunicaciones son, entre otros, sectores que han coadyuvado al desarrollo de la robótica médica, impulsada, además, por el propio impulso de la medicina que ha pasó de la cirugía abierta a la cirugía de mínima invasión.

Dada la compleja articulación de tecnologías diversas, la robótica médica es considerada como un sistema interrelacionado de procesos asociados a los componentes físicos y lógicos, especificaciones técnicas, protocolos y fases de uso, sistemas de seguridad, grados de libertad, cámaras, sensores, transductores, almacenamiento de información, interfases y recurso humano, entre otros.

América Latina no ha estado exenta de este proceso. Juan Carlos Góngora, colombiano, cirujano, miembro del equipo que realizó la primera telecirugía transatlántica, el 7 de setiembre del 2001 y Adrián Carvajal, mexicano, experto en robótica y líder de un equipo profesional mexicano, del Hospital Torre Médica de México, que inició la aplicación de la cirugía robótica en América Latina, son algunos de esos nombres que ya pertenecen a la historia universal de la robótica médica.

Debido a la multiplicidad y diversidad de fuentes de información, es cierto que los avances científico-tecnológicos hoy están más cerca de las propias personas, como nunca antes en la historia, pero, por ello mismo, ha sido inevitable el desarrollo de una fragmentación que, aunque revela los árboles informativos, impide ver el bosque cognoscitivo y, en consecuencia, oculta las radicales derivaciones que se generan en el entramado social.

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